Falaz ha sido la línea argumental de los opositores al voto de los llamados “docentes interinos”. El Dr. Eduardo Borkowski uno de los opositores a la propuesta de otorgar el voto a los “docentes interinos”, hace hincapié sobre que la diferencia entre un docente interino y un efectivo, son los requisitos que se requieren para concursar el cargo (no las responsabilidades una vez obtenido el cargo, que son exactamente las mismas), y el carácter temporario del cargo interino.
Argumenta que un profesor efectivo es estable. Lo cual jurídica y normativamente par ala Universidad no lo es. Se olvidan quienes defienden esta postura que un profesor efectivo, podría perder la reválida de su cargo. Deben dar por supuesto que los docentes efectivos no pierden reválidas. Pero no sólo eso además, se corre el riesgo que la reválida sea sólo un trámite para extender la permanencia de un efectivo por otros seis años. En ese caso la preocupación del Borkowski debería centrarse en los tiempos de permanencia y no en el carácter. Por esto su argumento es falaz
Recientemente mi colega y asambleísta de
Pero esto continúa, por que otro de los requisitos es que para un cargo de profesor efectivo, en su concurso debe haber al menos dos docentes efectivos de fuera de la institución, pero para los auxiliares esto no es un requisito. Vale decir que los auxiliares son menos efectivos que los profesores. A este punto pienso que nuestra reglamentación adolece de patetismo.
Otro colega el Dr. Horas, dice que el cargo de un interino es el más vulnerable por que depende para su redesignación de gente como el Coordinador de Área o de Departamento o de sus colegas. Bueno eso es simplemente por que lo hemos querido asi. En realidad la permanencia de esta persona en su cargo debiera ser por un periodo no superior a los dos años y no inferior a los dos años y estar sólo en manos del Consejo Directivo renovar o no en casos excepcionales, por ejemplo mientras se sustancie el concurso efectivo. Es decir armamos argumentos sobre la normativa y no sobre el principio de justicia y derecho. Falaz.
Las UUNN, se manejan con un sistema mixto de docencia e investigación. Alguna vez allá lejos y hace tiempo se cuenta como un mito universitario que el anterior Rector Alberto Puchmuller, al ser peguntado por los prestamistas de BID, sobre cuantos investigadores teníamos en la universidad, contestó – mil – La sorpresa del funcionario del BID, fue grande. ¿Tenemos mil investigadores en la universidad? ¿Tenemos mil quinientos hoy?
Este sistema mixto, no tienen claro el valor dado a la docencia, ni a la investigación. No sabe que es un Auxiliar de Primera, si alguien que se inicia en la docencia o un sueldo de contraparte de una beca, para hacer el trabajo de investigación del profesor titular.
Mientras el profesor Adjunto juega o intenta ser profesor efectivo, le dejan a cargo estudiantes, la planificación de tareas, puede dirigir proyectos y en estos puntos, ni Jorge Horas ni Borkowski, ni nadie levantó un dedo para hacer un planteamiento al respecto. Otra vez, para votar no pero para dirigir recursos humanos si, para que CONICET acepte que alguien interino dirija becas doctorales si, pero para votar ¿no? Falaz.
Ahora los opositores a la propuesta ya tratada en Asamblea Universitaria, aunque todavía le queda una posibilidad de pedido de reconsideración, para que voten los llamados “interinos”, comienzan a hablar de “una minoría de interinos”. Que oportuno el uso del termino minoría.
Quiero refrescar la memoria de aquellos que han estado involucrados en este tipo de discusiones, que se ha acusado sin pruebas a los redactores de la propuesta y a quienes de alguna manera la hemos defendido, de perseguir fines electorales.
Que fines persigue alguien que ahora se aboca a repetir que se trata de una minoría de interinos. Pretende desanimar?, pretende llevar calma? ¿o los derechos se cumplen, se revisan, se velan dependiendo del número de involucrados?
Me encuentro lejos en intensiones de agotar la discusión aquí, de dar mi opinión como la única y verdadera. Simplemente invito a simpatizantes y no simpatizantes a esgrimir argumentos con pruebas, al lógica de la retórica, es lógica de la retórica, tiene sentido cuando se dice, pero los hechos requieren de pruebas.
Dar un tema tan complejo, de arrastre histórico y político como este, como sencillo y resuelto simplemente por el consenso del establishment anterior, es un argumento falaz. Los opositores a la propuesta del voto de los docentes “interinos” ya han probado de su propia medicina cuando en
Nos esperan tiempos difíciles, donde será necesario saber decir no, pensar y reflexionar sobre hechos y palabras y no sobre quienes las dice, evitando por todos los medios halagarnos y atraernos con falsas apariencias y no caer en una “Falaz mansedumbre”
Antonio Mangione
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