martes, 13 de marzo de 2007

El argumento falaz

Falaz significa según el diccionario de la Real Academia Española, (Del lat. fallax, -ācis), 1. adj. Embustero, falso y 2. adj. Que halaga y atrae con falsas apariencias. Falaz mansedumbre. Falaces obsequios. A los fines de respetar posturas, no endilgando malas intensiones y para guardar la elegancia y estilo, que intentaré mantener en este escrito me quedaré con la definición numero 2.

Falaz ha sido la línea argumental de los opositores al voto de los llamados “docentes interinos”. El Dr. Eduardo Borkowski uno de los opositores a la propuesta de otorgar el voto a los “docentes interinos”, hace hincapié sobre que la diferencia entre un docente interino y un efectivo, son los requisitos que se requieren para concursar el cargo (no las responsabilidades una vez obtenido el cargo, que son exactamente las mismas), y el carácter temporario del cargo interino.

Argumenta que un profesor efectivo es estable. Lo cual jurídica y normativamente par ala Universidad no lo es. Se olvidan quienes defienden esta postura que un profesor efectivo, podría perder la reválida de su cargo. Deben dar por supuesto que los docentes efectivos no pierden reválidas. Pero no sólo eso además, se corre el riesgo que la reválida sea sólo un trámite para extender la permanencia de un efectivo por otros seis años. En ese caso la preocupación del Borkowski debería centrarse en los tiempos de permanencia y no en el carácter. Por esto su argumento es falaz


Recientemente mi colega y asambleísta de la Universidad Nacional de San Luis, rescata y remarca el número de requisitos adicionales para ser efectivo, como por ejemplo ser doctor o tener formación equivalente demostrable, entiendo se refiere a alguna cargo de profesor. Este es otro argumento falaz, por que de haberse consensuado que para ser efectivo en un cargo de profesor se requería ser categoría I en incentivos, Investigador Principal de CONICET, entonces él y otros no podríamos ni siquiera habernos inscripto al concurso. Vaya, ahora comienza a desdibujarse un argumento, que si no es falaz, es al menos endeble.

Pero esto continúa, por que otro de los requisitos es que para un cargo de profesor efectivo, en su concurso debe haber al menos dos docentes efectivos de fuera de la institución, pero para los auxiliares esto no es un requisito. Vale decir que los auxiliares son menos efectivos que los profesores. A este punto pienso que nuestra reglamentación adolece de patetismo.

Otro colega el Dr. Horas, dice que el cargo de un interino es el más vulnerable por que depende para su redesignación de gente como el Coordinador de Área o de Departamento o de sus colegas. Bueno eso es simplemente por que lo hemos querido asi. En realidad la permanencia de esta persona en su cargo debiera ser por un periodo no superior a los dos años y no inferior a los dos años y estar sólo en manos del Consejo Directivo renovar o no en casos excepcionales, por ejemplo mientras se sustancie el concurso efectivo. Es decir armamos argumentos sobre la normativa y no sobre el principio de justicia y derecho. Falaz.


A esta altura debo decir que en lo particular, no estoy de acuerdo con que siquiera existan interinos en la Universidad. No entiendo que es lo que hay que ponerle a prueba a un docente investigador. Pero si lo vana poner a prueba hagamos como hacen otras instituciones del mundo, que no le dan al docente investigador 1 o 2 años para demostrar algo, le dan cuatro o 5 años. Aunque los dos procesos de selección y concurso en esos países son despiadadamente exigentes. Tal vez no queramos entrar en ese campo. Es entendible.

Las UUNN, se manejan con un sistema mixto de docencia e investigación. Alguna vez allá lejos y hace tiempo se cuenta como un mito universitario que el anterior Rector Alberto Puchmuller, al ser peguntado por los prestamistas de BID, sobre cuantos investigadores teníamos en la universidad, contestó – mil – La sorpresa del funcionario del BID, fue grande. ¿Tenemos mil investigadores en la universidad? ¿Tenemos mil quinientos hoy?

Este sistema mixto, no tienen claro el valor dado a la docencia, ni a la investigación. No sabe que es un Auxiliar de Primera, si alguien que se inicia en la docencia o un sueldo de contraparte de una beca, para hacer el trabajo de investigación del profesor titular.

Mientras el profesor Adjunto juega o intenta ser profesor efectivo, le dejan a cargo estudiantes, la planificación de tareas, puede dirigir proyectos y en estos puntos, ni Jorge Horas ni Borkowski, ni nadie levantó un dedo para hacer un planteamiento al respecto. Otra vez, para votar no pero para dirigir recursos humanos si, para que CONICET acepte que alguien interino dirija becas doctorales si, pero para votar ¿no? Falaz.

Ahora los opositores a la propuesta ya tratada en Asamblea Universitaria, aunque todavía le queda una posibilidad de pedido de reconsideración, para que voten los llamados “interinos”, comienzan a hablar de “una minoría de interinos”. Que oportuno el uso del termino minoría.

Quiero refrescar la memoria de aquellos que han estado involucrados en este tipo de discusiones, que se ha acusado sin pruebas a los redactores de la propuesta y a quienes de alguna manera la hemos defendido, de perseguir fines electorales.

Que fines persigue alguien que ahora se aboca a repetir que se trata de una minoría de interinos. Pretende desanimar?, pretende llevar calma? ¿o los derechos se cumplen, se revisan, se velan dependiendo del número de involucrados?

Me encuentro lejos en intensiones de agotar la discusión aquí, de dar mi opinión como la única y verdadera. Simplemente invito a simpatizantes y no simpatizantes a esgrimir argumentos con pruebas, al lógica de la retórica, es lógica de la retórica, tiene sentido cuando se dice, pero los hechos requieren de pruebas.

Dar un tema tan complejo, de arrastre histórico y político como este, como sencillo y resuelto simplemente por el consenso del establishment anterior, es un argumento falaz. Los opositores a la propuesta del voto de los docentes “interinos” ya han probado de su propia medicina cuando en la Asamblea Universitaria con argumentos falaces pero peor aún, infantiles, se decidió que el sistema de reelección de autoridades unipersonales de la Universidad Nacionalde San Luis se mantenga como hasta ahora.

Nos esperan tiempos difíciles, donde será necesario saber decir no, pensar y reflexionar sobre hechos y palabras y no sobre quienes las dice, evitando por todos los medios halagarnos y atraernos con falsas apariencias y no caer en una “Falaz mansedumbre”

Antonio Mangione

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