Vergüenza ajena me produce (ver foto) como los egresados de las Universidades, en este caso una Nacional, pública y gratuita, celebran que han rendido la última materia.
El rito iniciatico, incluye romper ropa (según sus defensores vieja y/o usada), bañar de diferentes fluidos inclusive fluidos corporales ajenos al festejante, tirarle yerba, huevos, harina, arroz o una mezcla de algunos o todos ellos al recién egresado. Por supuestom no ha faltado vino en el ritual o cerveza.
Los rituales o totems, forman parte de nuestra cultura, "la fiesta de quince de la nena" y antes, el debut con la prostituta del "machito de la casa". Existen otros con menos costos y más o menos pintorescos. Pero el totem de tirar comida es algo difícil de entender, de justificar, de tolerar. Es sencillamente indignante.
En repetidas ocasiones hemos podido ver como docenas de huevos se rompen y tiran sobre el cuerpo y al suelo alrededor de un recién egresado. Un kilo o mas de harina, arroz, polenta y otros comestibles. Me animo a preguntar ¿qué clase de idiotez sufre esta gente y los que los rodean? ¿Estará permitido y justificado tirar tres docenas de huevos una vez en la vida?
Si lo sé, es un golpe bajo, en el Chaco existe gente que pesa la mitad de lo que estipula la cartilla de peso para su edad, que va al almacén con 30 centavos a ver si puede comprar algo para comer. Y aquí nomas en San Luis, en una mesa de examen, se pueden tirar a la basura mas de 5 docenas de huevos, más de dos kilos de harina , más de un kilo de la preciada yerba, entre otros comestibles, decía y asi de rápido.
¿Queja o protesta?
Ni uno ni lo otro, denuncio lo morboso, atroz y feroz de tirar comida a la basura, de malgastar comestibles, de estupidez, de falta de consideración, de sentido común y sentido de justicia, de los egresados, sus padres, y sus amigos. Espectadores de show vergonzoso, que ya no da vergüenza ajena sino que comienza a ser más propia que nunca.
Propuestas
Las autoridades Universitarias, deberán pagar el costo político de no permitir que los chicos "se diviertan". La práctica debe ser ritualizada, tanta elite junta en la universidad servirá para que surjan propuestas creativas como, utilizar pigmentos diferentes al huevo, pintar con pinturas lavables, utilizar las hojas de la cursada y reciclarlas en papel picado en pasta de celulosa o lo que se les ocurra. Sería interesante recargar un punitorio en el título a los que sigan tirando comida y por supuesto ensuciando la vía publica. Sería interesante premiar a quienes hagan propuestas creativas y amigables con el medio ambiente. Igualmente de interés sería tener un espacio disponible a los efectos, o si se hace en la vía pública, disponer de plásticos o lonas.
Disculpen si esto arruina la fiesta, si mi discurso es retrógrado, pero no puedo evitar sentir vergüenza, mucha vergüenza, mucha vergüenza.
Antonio Mangione